Tabacaleros
Se producen en el mundo 6 mil millones de toneladas de tabaco, se dedican 3 mil millones de hectáreas para su cultivo y se estima que en 2025 habrá 1300 millones de fumadores en el planeta.
Misiones es una provincia del noroeste argentino, famosa internacionalmente por ser el lugar donde se encuentra una de las siete maravillas del mundo, las Cataratas del Iguazú, a su vez, las estadísticas la ubican como una de las áreas con mayor índice de pobreza del país.
En las pequeñas localidades de lo más profundo del monte misionero, una de las tradicionales y principales fuentes de ingreso para las familias es el cultivo de tabaco.
En el comercio de este producto, la unidad funcional de la industria son las familias productoras y sus parcelas de tierra, en las cuales padres, hijos y hermanos, llevan adelante la producción: el cultivo, el cuidado de las plantas y finalmente la cosecha y el secado.
Los tabacaleros no sólo llevan a cabo todo el proceso, sino que además, deben comprar a precios internacionales, las semillas y los insumos necesarios para el cultivo de las plantas.
Una vez finalizada la producción, que llega a durar un año entero, el tabaco es evaluado por la cooperativa tabacalera y catalogado según su calidad, lo que determinará el pago que recibirán los productores, por lo cual, éstos no saben su ganancia hasta el momento de venderlo.
Por la cosecha anual, las familias reciben un único pago, que en muchos casos, solo alcanzará para pagar las deudas que contrajeron durante el año anterior. Con suerte, las cuentas volverán a cero y empezará nuevamente el endeudamiento.
Durante dos años, viajé al monte misionero, principalmente a las localidades de Arroyo Bonito, Arroyo del Medio, Taranco y Caaguazú y fotografié la forma de vida de estas comunidades, con el fin de exponer su problemática y su esencia. Familias que se encuentran en una situación de fragilidad extrema, pero aún muestran la fuerza, la dignidad y el coraje de seguir adelante a pesar de las duras condiciones de su existencia.
